Aquella gacela se siente y no se percibe,
es una flor blanca, arrancada de entre risas de serafinas nabokovianas,
escondida entre mil lunas con insomnio y almizcle.
[Aquella gacela…

Que trafica con viento de goma y alquitrán,
con la marea que escupen los dientes azulados de los caballeros;
esos filósofos muertos que se columpian entre los ramajes de cemento
y las estrellas pardas y las luces rojas y los pequeños deseos
mientras lloran por el estómago a arcadas— a carcajadas, a patadas—,
y les suda la mente con el miedo al tiempo.

Aquella gacela se pierde y jamás se aprecia,
es una mujer pagada, sacada de entre leyendas de ciervas becquerianas,
escrita entre mil páginas con pluma y miseria.
[Aquella gacela…

Que predica salvedades con ostras de mar vacío,
labios amados y calla limeña:
ese silencio de pulmón parado, costillas huecas y hueso alado.
¿Y las cartas? De la muerte al polvo solo hay un beso,
pero no tiene sangre, solo sabor salado, venas de alambre;
¿y las cartas? El viejo sabe que aquí crecen en buzones de mimbre seco.

Aquella gacela se cree y nunca se engaña,
es una flaca desdichada, rescatada de entre vasos de noches bukowskianas,
hundida entre sábanas de cigarrillos melifluos y humo dengue.
[Aquella gacela…
Que platica con estatuas de mármol y sombras de pez,
con el otoño templado que desprenden las cortezas de los árboles;
allí donde hay madera roída, ella ve raíces de papel:
esa gnosis psicométrica de alma pizarnikiana.
¿Quién es el cuerdo, según el loco?
Ella siempre viceversa los versos.
¡Mírala!

[Aquella gacela…

esa mujer pagada,
hundida entre sábanas…

Parece no tener nada,
pero
puede cambiar
el mundo]

Comentarios

  1. Todas podemos cambiar el mundo, es cuestión de hacer feliz a una sola persona cada una.

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  2. Aquella gacela... de ventanas femeninas y espaldas dormidas y eternas. Aquella gacela que trafica, palpita y se pierde...
    Por un momento Nabokov, Bukowski, Becquer o Pizarnik, dejan de latir, pero sólo por un momento.

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  3. Impresionante, me ha encantado :)

    un besitoo

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  4. Y que digo yo, mujerina mía, que cuándo voy a saber más de Mar?
    ando demasiado desaparecida pero a ella sí que la echo de menos, carajo!

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